miércoles, 20 de junio de 2012
Un pack del Carrefour
Es renovador pasar una tarde rodeada de colegas haciendo cosas que nos molan, con esa complicidad que tienen los que se conocen de toda la vida. Mola también conocer a las parejas de tus amigos, y llevarte bien con ellos, que te guste estar en compañía y haya buenas vibraciones entre todos. Pero hay casos y casos.
Hoy mismo hemos estado el colectivo friki de-toda-la-vida de quedada maxi-freak. Vamos, de partidita de rol. Yo no soy ninguna burra ni carezco de habilidades sociales, por lo que mi mente comprende perfectamente que no a todo el mundo le va ese rollo. A Chicombre no le van las cosas frikis e intento no torturarlo contándole mil y una batallitas sin sentido que no va a entender o no le van a hacer gracia... porque sé que en el fondo sería ponerme en ridículo y ponerle a él en una situación comprometida. Es como ponerme a hablar del World of Warcraft a una de mis compañeras de clase: lógicamente se me quedarían mirando como diciendo "por favor, ¿puedo irme ya?"... y no es cuestión de quedar como una pava perdida. Hay millones de temas por hablar que difieren de las frikeces, y no tengo por qué estar sosteniendo un monólogo sin sentido con una persona a la que esas cosas no le van porque es aburrirla y ponerme en evidencia.
Pues eso mismo pasa con las actividades que vas a realizar:
Tengo un amigo que por fin ha encontrado una chica que lo quiere, y a la que él quiere. Llevan un añito juntos, pero es lo más duradero que le he visto. Pues el caso es que se enfada porque cada vez que hacemos partidita, su novia se duerme...
¡Alma de cántaro, ¿tan difícil es despegarse una tarde?! A ver, esta chica no disfruta de esto en particular, y eso no la hace ni peor ni mejor. Se aburre. Como una ostra, hasta el extremo de quedarse callada TODA la tarde y dormirse a mitad. Pues él se pilla unos rebotes tremendos, se pone borde, y ella murmura: "ay cari es la medicina... que me amodorra". Pues no, no es la medicina. Es que tienes otros intereses y estás tontísima por permitirle a tu novio que te lleve a la partida de rol. Vas a perder toda la tarde y además te duermes... pues chica, no pasa nada, puedes aprovechar el tiempo para hacer mil cosas, para tus intereses.
Ya no voy a entrar a juzgar que la traigas (no sé si contra su voluntad, pobre) a jugar a chorraditas de las nuestras. Pero ¿acaso es pecado separarse unas horas de tu pareja para estar con tus amigos? No sé si yo seré muy despegada, pero yo que me acoten mi espacio lo llevo muy mal: eso de estar ETERNAMENTE juntos como una sombra, eso de no querer separarse uno del otro como si no fuerais a veros nunca más... no sé. Entiendo que quieras estar con tu pareja, pero... ¿no es un poco coñazo que todas las santas veces que sales con tus amigos la traigas?
La chica esta me cae bien. Bueno, no me cae mal. Intento darle conversación de cosas que a ella le interesan... pero tampoco es fácil porque no tiene aficiones, y porque tiene un nivel de conocimientos muy limitado. Con ella me esfuerzo una barbaridad para que nuestras conversaciones no sean cortas y superficiales, pero no hay manera. Aún así lo intento, porque me sabe muy mal verla fuera de lugar. Si su novio realmente se preocupara por lo que ella desea... no creo que le pidiera que viniera, sino que le dedicaría más tiempo de calidad. Además... no es por nada, pero al grupo entero de nuestros amigos parece que empieza a molestarle que TODAS las veces que quedamos para ponernos al día de nuestras vidas haya una desconocida escuchando. A mi no me importa demasiado, pero las otras le han tomado mucha manía a "Cari" (porque siempre se llaman así, o "chuchi"). No sé si se han dado casos de pérdida de riñón por separarte de tu novia dos horas, pero ellos dos no parecen muy dispuestos a arriesgarse.
Yo tengo una anécdota muy similar que me ocurrió pero como soy bastante pasotilla no me di cuenta de lo ridículo de la situación. La verdad es que cuando me lo contaron los amigos, cuando el chico en cuestión y yo lo dejamos, me empecé a partir de risa. El caso es el siguiente:
Cuando hacía recreación medieval, nos solían llamar para hacer de animadores en mercados medievales... sí, yo era una de esas personitas que se disfrazan en serio en las ferias para pegarse de toñas con un espadón y montar el show. A mi eso de salir en público me daba mucho palo, pero aún así me apunté con aquel chico porque él quería que fuéramos juntos en una miniempresa de estas cosas. Pues bien.
El caso es que este hombrecito, al que llamaremos Sol-y-Sombra (ya os imagináis por qué) no podía permanecer a más de 10 centímetros de mi porque parecía que temía implosionar. Cuando iba al baño, me seguía por si me perdía por el camino. Cuando iba a buscar algo, iba detrás para que no me cayera. Era el trato máximo de princesa-desvalida que podáis imaginar... cosa que a mi me agobiaba bastante, así que muchas veces desaparecía misteriosamente y él se volvía loco buscándome por si me había raptado la mafia. Jiji. Soy lo peor.
Pues bien, los amigos de este chico ya estaban suficientemente jocosos con el tema, porque no me dejaba a solas ni un minuto y a veces eso daba lugar a unas situaciones rocambolescas. La más chistosa de ellas fue en uno de estos mercados medievales, donde yo me había alejado un poco a ver a unos jinetes que estaban cuidando de sus caballos. Yo hice hípica varios años, y cuando me dieron conversación acabó saliendo. Y ellos, todos simpáticos, me dijeron que me fuera a dar una vuelta con el caballo que tenían libre. Ahí me veis a mi, con todas las sedas y satenes (que yo iba de dama ese día) subida a lomos del animalote por la senda... y en eso aparece Sol-y-Sombra.
- ¿Dónde vas?
- ¡A dar un paseo! -le dije yo toda ufana mientras ponía el bicho al trote, detrás de los otros dos.
- Yo también voy- me contesta.
- ¿Cómo? ¿Cómo que vienes tú?
- No pasa nada, tú no te bajes... yo correré detrás.
- Quédate con tus amigos, anda, que no vas a poder seguir el ritmo. Y vuelvo en seguida.
- No, no, no. Tranquila que corro.
Y te me ves a mí más feliz que una perdiz con el caballo y el Sol-y-Sombra corriendo detrás como alma que lleva el diablo, todo rojo, echando el hígado y quedándose atrás, más atrás, más atras... los amigos partiéndose el culo a lo lejos, y yo perdiéndome en la lejanía. Parecía un paje del belén. Le dio un yuyu y se desmayó, y se quedó tirado en un campo. En mi defensa diré que pensé que se había vuelto con los demás. Un espectáculo. El caso es que estos amigos suyos habían hecho una apuesta a ver cuánto tardaba el chaval en perseguirme al ver cómo me alejaba. Obviamente ganaron los que apostaron por entre 1 y 10 segundos. Creo que desplumaron a Enrique esa tarde, los muy bribones, por apostar a 1 minuto.
Pues eso. Que me mola también tener mi espacio, y que la otra persona tenga el suyo. Creo que es necesario y saludable que cada uno alimente sus hobbies y su tiempo libre haciendo cosas que le gustan y que conlleven cierta individualidad. Negarse a estar separados cierto tiempo o culpabilizar al otro de querer "separarse" un rato es un error... siempre que sean lapsos de tiempo racionales. Dan más ganas de hablar con tu pareja sobre lo que ha pasado en su ausencia, y tienes más cosas que compartir...
Además, yo soy una persona, no un pack indivisible de bricks de leche del Carrefour.
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Tengo que decirte que me lo he pasado en grande con tu entrada, es genial! Conozco a ese tipo de parejas y por favor, son lo peor. Y si no los tienes pegados todo el santo día, se la pasan llamándote al móvil, enviando mensajes, twits o whatsapp's... QUE AGOBIO.
ResponderEliminarMe he reído de lo lindo con la parte del chico que sale corriendo detrás tuya mientras galopas, que tío, es envidiable xDDDD
Jaja sí, así es... agobiante! Y lo del caballo doy fe de que es verídico. Pobre chico, me siento hasta mal jajajaja
EliminarA veces temo que somos clones, porque he pasado por lo mismo. Y cuando eres independiente, y valoras la libertad de tu pareja, que se lo tomen como un síntoma de desapego cuando es una muestra de amor, me indigna y me frustra mucho.
ResponderEliminarPues sí... eso de que te fuercen a perder libertad lo llevo mal, y sobre todo si va enmascarado tras un supuesto "sacrificio por amor". Creo que una relación te hace libre, y si no te da más sonrisas que lloros, algo no va bien. En mis planes, desde luego, no entra doblegarme ante nadie ni convertirme en una chacha...
EliminarAcabo de encontrar tu blog y ya me he leído casi todas las entradas. Te quejarás xD.
ResponderEliminarEsta en particular me ha hecho mucha gracia; yo tengo, o tenía, unos amigos parecidos. Digo "tenía" porque desde que están juntos ve tú y les ves el pelo a los malditos.
Llevan sólo un año pero son la pareja inseparable: todo, todo, todo lo hacen juntos. Y las pocas veces que quedan con amigos (más con los de ella, que con los de él) van cogiditos de la mano, tan felices, porque dicen que odian separarse. Si con decirte que van hasta al baño juntos...ya sea para lo que sea, junticos siempre...y las pocas veces que se despegan, whatssapp que te crió todo el día xD.
Si yo tuviera que estar así, te juro que me moriría. Me he puesto en tu piel con el chico galopante y, aunque me he reído muchísimo, debe de ser un palo tremendo xD.
Jopé, menudo halago Mika!!! de verdad :) me alegro de que te guste y te quedes por aquí.
EliminarYa, siempre pasa... cuando se emparejan estas personas dejan de aparecer en el mundo exterior. Parece que se crean un micromundo del que no salen, y cuanto más aislados están, más felices son. Lo del whatsapp ya me parece una barbaridad... ¡es que encima cuando consigues despegarlos un poco, se pasan más tiempo hablando con la pareja en cuestión que haciéndote caso, aunque hayáis quedado los 2 para tomar un café!
... la gente está loca xD
Ay! qué risa! corriendo detrás!!! jajajajaja Desde luego la gente está fatal, y lo de tu amigo no tiene nombre (ni lo de la novia, que cada uno tiene su parte de culpa). La verdad es que, llámame exagerada, pero creo que ninguna pareja puede ser feliz si cada uno no tiene sus propias aficiones y amistades, aunque sea un mínimo, aparte de la pareja. Yo, de todos modos, es que ya estoy muy escarmentada y me niego a repetir historias, que eso de ir juntos hasta a cagar me parece de un insano...
ResponderEliminarUy! qué tarde se ha hecho... buenas noches :)
Jajaja pues imagínate cuando volvió, todo rojo y lloroso... madre mía, menudo bochorno tuvo que pasar el chico. Me sabe mal, pero fue muy ridículo.
EliminarYo pienso lo mismo sobre lo de las aficiones y amistades separadas. Está genial que una noche o dos, o las que sean, quedemos el grupo de amigos y aparezca con la pareja. Es bonito introducirla en tu ambiente y eso... pero si no se deja espacio acabas asfixiando, y eso mata una relación. Además, no es sano. Al menos no me lo parece!