He estado desaparecida con los examenes de la universidad, así que no he tenido tiempo para actualizar... aunque he tenido ideas tanto para este blog como para mi historia idiota. He pasado bastante tiempo agobiadísima, sin dormir por las noches, de puro estrés. No sé por qué, no me centraba, me ponía a imaginar cómo va a ser mi vida y cómo me gustaría que fuera.
Me da miedo no conseguir ser feliz. Tengo muchas esperanzas puestas en el futuro, tengo muchos sueños por los que he de luchar, tengo mil cosas que aprender, que ver, que hacer, antes de morirme. Son tantas que no sé por dónde empezar. En primer lugar, respiro hondo y pienso en viajar: Nueva Zelanda, Egipto, China, India, Irlanda, Escocia, Brasil, Tailandia, México, Noruega. Quiero recorrer el mundo y empaparme de conocimientos sobre todos esos lugares, sobre sus culturas. Inmortalizar el momento haciendo mil fotografías, que enmarcaré y pondré por todas partes. Quiero sentirme libre e ir donde me lleve el viento.
Y me gustaría dedicarme a algo que me apasionara, y aprender cosas inútiles pero que enriquecen, e ingresar en Bellas Artes, hacer algún curso de buceo, e irme a pasear en silencio por el bosque y sorprenderme con el olor a tierra mojada y a árbol, y sentarme en el suelo y cerrar los ojos para oír a los pájaros hacer ruido a mi alrededor, y reconocer los cantos distintos de cada uno. Y soñar que vivo allí como si fuera una elfilla.
También me gustaría independizarme, decorar la casa con mis dibujos y fotos de la gente que quiero, y que vinieran mis amig@s a ayudarme a pintar. Y ver pelis todos juntos en el salón, quizá con un proyector. Y leer mil libros, y escribir mis propias historias, y aprender a pintar al óleo. Cantar/desafinar mis canciones favoritas de Mägo de Oz, Saratoga, Avalanch, Warcry a toda voz en la ducha, sin preocuparme de asesinos imaginarios fruto de ver tantas pelis de terror. Incluso perder el miedo a los zombis, y quedarme horas asomada a la ventana viendo las estrellas... ojalá pueda vivir en un pueblo pequeñito, diminuto, rodeado de monte, desde el que se vea bien el cielo y la luna.
Pero lo que más me preocupa, y eso me hace sentir idiota, es encontrar a alguien con quien compartir todo esto. No sé, un chico con el que compartir estas cosas... que además sea mi mejor amigo y mi compañero. Al que le pueda contar todas las tonterías que se me pasan por la cabeza sin que se ría de lo utópica que soy. Que comparta conmigo estas cosas, que tenga capacidad de emocionarse, y que tenga sus propios sueños. Me gustaría tener a mi lado a un chico que me apoyara a seguir adelante a por mis ilusiones, y yo ayudarle a conseguir las suyas. Alguien por quien sentir esas mariposas en el estómago, alguien que me quite este absurdo miedo a quedarme sola para siempre.
Alguien que sepa la diferencia de tener pareja y poseerla, y que no tenga celos tontos de las cosas, y que no se empeñe en encerrarme en una jaula en la que no quiero ni puedo estar. Que vea mejor la relación de dos gatos salvajes, que están juntos porque ellos quieren, que lo insano de la dependencia. Una buena persona con la que hablar de todo, y que ame la naturaleza, y le gusten los animales. Que disfrute con las pequeñas cosas tanto como yo. Y que sea muy activo sexualmente... Que me haga reír, y que cuando algo le pase pueda acudir a mí a contármelo. Sentir que alguien me necesita.
Pero tengo la sensación de que el chico del que estoy enamorada no existe, y estoy muy cansada de conocer sapos e intentar cosas viendo que... que no tienen sueños, que no puedes hablar de nada, que son posesivos, o... no sé. Realmente, no sé si hay alguien ahí fuera para mí.
Y ya vale.
Que me pongo tontorrona y me entran ganas de llorar.
Eres totalmente fantástica.
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