jueves, 7 de junio de 2012

Un perro del hortelano.

Pétalo escribió en ESTA ENTRADA las bondades de un perro del hortelano. A mí no me acababa de llegar el riego al cerebro para entender en su totalidad este armonioso concepto de "ni come ni deja comer", y confieso que no terminaba de pillar: ¿Comer qué? ¿Qué hortelano? ¿El perro come qué? ... es una de esas expresiones que has oído muchas veces en la vida pero sin pararte a reflexionar sobre ellas. Y no es un concepto tan difícil de captar, pero mira, yo no había intentado profundizar en el significado de ello...

¡Que me voy por las ramas!

Yo creo que tengo un caso de perro del hortelano, pero como soy bastante loba esteparia me da lo mismo que lo mismo me da. Supongo que es porque al final una se cansa de la tontería, y yo paciencia con estas cosas tengo la justa y necesaria. Me he ido haciendo dura conforme han ido pasando los años y he ido conociendo memos, ¿qué se le va a hacer?

Cuando lo dejé con Señor Ameba (al que llamamos así por su característica mente despierta y capacidad de reacción, el pobre) creo que tuve razones bastante fundadas. Nunca quiero hacer daño a nadie, y tengo mucha paciencia, mucha fe en que las cosas mejorarán, mucho tiempo que seguir regalando de gratis por amor aunque vea que las cosas se van a la mierda... pero llega un momento en el que se seca el río. Y no vuelve a llover. Yo soy así: una vez tomo una decisión no doy marcha atrás. No creo en "segundas oportunidades" más que nada porque doy millones de ellas antes de tomar una decisión definitiva. Para mí no existen las segundas partes una vez me siento traicionada. Total, decidí dejar al Señor Ameba tras casi un año de sinsabores y una relación en la que primaba mi insatisfacción mezclada con un sentimiento de invisibilidad por mi parte. Yo no pido el oro y el moro, es más, nunca pido más de lo que sé que me pueden dar o lo que necesito. Pero, como las plantas, necesito nutrientes para seguir creciendo y no volverme espinosa.


Al Señor Ameba lo dejé por su pasotismo general. Por vernos una vez al mes y que se la pasara jugando a la Play Station como si yo fuera una burda estatua de cera. Por confundirme con una muñeca hinchable y no ocurrírsele que a lo mejor era bueno currarse un maldito orgasmo en un año. Por olvidarse de mí cuando no estaba delante de su ordenador. Sé que me quería, y de hecho... me siento un poco mal por hacerle sufrir así, aunque si él no hubiera actuado como lo hizo posiblemente las cosas habrían podido ser distintas. Porque sigue pasándolo mal aunque hace casi un año que le dije "HASTA AQUÍ". Porque es buen chico aunque sea un niño. Pero yo ya estoy bastante de vuelta de estas cosas y sé que quien no se te gana día a día solo te condena a una vida monótona y triste. No creo que, si hubieran ido bien las cosas, y finalmente me hubiera mudado a su ciudad a vivir con él, hubiera logrado acostumbrarme a su debilidad, su falta de detalles y su pasividad extrema. No sé. Le tengo cariño y me gusta seguir teniendo alguna conversación con él de vez en cuando como amigos, pero tampoco voy a dejar que se haga ilusiones. No quiero que se piense que porque continuemos teniendo relación vayamos a poder estar juntos de nuevo. Porque no va a ser así.

Bueno, pues ahora que estoy con Chicombre y lo sabe... no deja de marear. Casi puedo ver sus ojitos de cachorrito tristón al otro lado de la pantalla cuando me pregunta cosas que no proceden. Que si por qué no voy con él (a solas...) a un concierto de Rock. Que si he probado el Diablo III. Que si nos vemos este verano. Que si soy feliz. Que él no es feliz sin mí. Que nunca volverá a querer a nadie. Que si me acuerdo de él. Que ojalá nada hubiera pasado. Que no entiende cómo pasó lo que pasó. ¿Y CÓMO CONTESTAS A TODO ESTO DE MANERA DIGNA, SIN HERIRLE? Porque soy muy pava, y aunque le digo que no, o contesto con evasivas, no soy capaz de plantarle la dura Verdad ante sus ojos con palabras tajantes. Porque soy mema, sí, me merezco doce millones de abucheos todos seguidos y un par de collejas bien dadas.

Que conste que jamás le engaño. Sabe que sí, soy feliz en mi vida, con otra persona. No tengo intención de volver con él, que quizá con otras circunstancias lo nuestro hubiera sido posible pero que ahora ya no. Que no vamos a volver, que la vida continúa y que él, por mucho que lo niegue, volverá a enamorarse de una tía de puta madre que lo haga feliz. Pero se hace duro tener que estar siempre repitiendo, siempre poniendo límites, siempre echando por tierra sus esperanzas vacías. Porque a los amigos no se les hace daño, incluso en estos casos.

Lo dicho... soy una mema tan grande como un castillo.

Pues eso. Tengo un perro del hortelano. Cuando me tuvo, pasaba millas... y ahora que me tiene otro y me ve feliz y llena... pues a marear. ¿Que si me da pena? Pues joder, mucha. Ojalá las cosas le fueran bien, soy la primera que le desea lo mejor. Pero la lleva clara si se piensa que a mí me puede comer la cabeza. El pobre. Que no, que no y que no.

Mi vida es demasiado valiosa para gastarla en rutinas y en una Play Station. Lo sé. Soy un ser humano despreciable.

3 comentarios:

  1. Que le den. Y no tienes por qué sentirte culpable o mal con él: si insiste tanto, deberías ser lo clara que sea necesario con total libertad. No es por hacer publi, pero mi último post te viene como anillo al dedo :P

    No es justo para ti que sólo te valore cuando te ha perdido.

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  2. Afortunada tú que tienes las cosas tan claras. Creo que te saco como diez años y tú me das diez vueltas en claridad de ideas y determinación. Otras hemos pasado por situaciones similares y somos tan gilipollas que seguimos enganchadas. Mierda de química...

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  3. Hola!!

    Rizos: he leído AHORA ese post... pues tienes razón, hay veces que nos pasamos de tontas y damos gratis lo que no se merecen. Lo peor es que se confían y siguen exigiéndote esa bondad/memez, y cuando ya no cuela eres la más mala del mundo.

    Griselda: pppf. Supongo que hay grados y grados... yo también soy muy pava, aguanto cosas que no debería (a amigos sobre todo) y sin decir nada, hasta que exploto si hay suerte. Si no, a tragar mierda como si fuera una alcantarilla y encima callada. Esa es mi asignatura pendiente, que no aprendo ni pa'trás!

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